Hostilidad malvinense-cuento propio
Consigna: Elegir uno de los objetos significativos que buscaron: escribir un cuento en el que el objeto sea importante para el narrador o narradora.
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Tengo una foto por acá, que representa una ambigüedad de sentimientos tremenda. Por un lado, un inmenso patriotismo y por el otro, una nefasta política bélica sin ningún tipo de planificación ni sentido.
Es 2 de abril de 1982. Luis, un mecánico electricista de 49 años y perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina de la base Comodoro Rivadavia, se prepara para salir de su casa por varios días. El destino del viaje es la base militar argentina de Puerto Argentino, Islas Malvinas. Para esto, dejaba a su esposa y sus cinco hijos en casa pero con la esperanza de reencontrarse dentro de pocos días. Afortunadamente, su presencia era requerida esporadicamente en el archipiélago por lo que podía ir y volver a su ciudad con bastante frecuencia.
El motivo de su presencia era la necesidad de iluminación de la pista improvisada del aeropuerto que las fuerzas argentinas poseían en las islas, pero debía ser un sistema estratégico que despistara, o por lo menos no alertara, al bando enemigo.
Es 2 de abril de 1982. Luis, un mecánico electricista de 49 años y perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina de la base Comodoro Rivadavia, se prepara para salir de su casa por varios días. El destino del viaje es la base militar argentina de Puerto Argentino, Islas Malvinas. Para esto, dejaba a su esposa y sus cinco hijos en casa pero con la esperanza de reencontrarse dentro de pocos días. Afortunadamente, su presencia era requerida esporadicamente en el archipiélago por lo que podía ir y volver a su ciudad con bastante frecuencia.
El motivo de su presencia era la necesidad de iluminación de la pista improvisada del aeropuerto que las fuerzas argentinas poseían en las islas, pero debía ser un sistema estratégico que despistara, o por lo menos no alertara, al bando enemigo.
Luis pensó como podría resolver esta encomienda en las cortas dos horas de vuelo que separaban la ciudad chubutense de la isla Soledad, en el Atlántico Sur. Una vez que se dejaba atrás el continente, lo único que se divisaba por la ventanilla del Hércules* camuflado eran las aguas turbulentas.
El hombre, y sus memorias, describen la geografía malvinense como árida, ventosa y helada. Incluso, muy parecida al clima y suelo de Tierra del Fuego.
La hostilidad de la guerra hizo que los lazos entre compañeros y también con los superiores sea incomprensible para cualquiera que no haya vivido ese miedo, incertidumbre, hambre, frío y todo lo que conlleva un enfrentamiento militar. La actividad era intensa, el hospital de campaña funcionaba muy cerca de donde Luis trabajaba y aún recuerda como llegaban algunos heridos. Sus recursos también eran muy limitados y todos los que formaban parte del personal de mantenimiento del aeropuerto se tenían que arreglar como podían, pero si algo tenían era esa "maña" para arreglar lo que fuera. El resultado de la tarea de Luis fue la iluminación de la pista aérea con la curiosa técnica de introducir lamparitas y focos modificados dentro de latas vacías de gaseosa. Con eso, logró que la luz se reflejara solo hacia arriba, salvándose de que los buques enemigos se percataran de su posición.
Los días continuaron y tuvieron que sortear muchas dificultades hasta que un día esos viajes cortos a las islas cesaron, dejando un resultado tan doloroso para cualquier argentino cuando se piensa en la cantidad de vidas que fueron y nunca volvieron. Hoy, nuestro protagonista tiene un archivo donde conserva varias fotos que le recuerdan su paso por uno de los capítulos mas oscuros de la historia de Argentina.
Hércules*: tipo de avión militar usado frecuentemente durante el conflicto.
Les dejo unas fotos de Luis, el protagonista de esta historia, y también mi abuelo.
El hombre, y sus memorias, describen la geografía malvinense como árida, ventosa y helada. Incluso, muy parecida al clima y suelo de Tierra del Fuego.
La hostilidad de la guerra hizo que los lazos entre compañeros y también con los superiores sea incomprensible para cualquiera que no haya vivido ese miedo, incertidumbre, hambre, frío y todo lo que conlleva un enfrentamiento militar. La actividad era intensa, el hospital de campaña funcionaba muy cerca de donde Luis trabajaba y aún recuerda como llegaban algunos heridos. Sus recursos también eran muy limitados y todos los que formaban parte del personal de mantenimiento del aeropuerto se tenían que arreglar como podían, pero si algo tenían era esa "maña" para arreglar lo que fuera. El resultado de la tarea de Luis fue la iluminación de la pista aérea con la curiosa técnica de introducir lamparitas y focos modificados dentro de latas vacías de gaseosa. Con eso, logró que la luz se reflejara solo hacia arriba, salvándose de que los buques enemigos se percataran de su posición.
Los días continuaron y tuvieron que sortear muchas dificultades hasta que un día esos viajes cortos a las islas cesaron, dejando un resultado tan doloroso para cualquier argentino cuando se piensa en la cantidad de vidas que fueron y nunca volvieron. Hoy, nuestro protagonista tiene un archivo donde conserva varias fotos que le recuerdan su paso por uno de los capítulos mas oscuros de la historia de Argentina.
Hércules*: tipo de avión militar usado frecuentemente durante el conflicto.
Les dejo unas fotos de Luis, el protagonista de esta historia, y también mi abuelo.
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