Mi autobiografía
Mi autobiografía
Me llamo Juan Cruz Scalzi, tengo 18 años al momento de
escribir esta autobiografía, pero no falta mucho para que cumpla los 19. Nací
en la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut. Soy patagónico, y la
llevo adentro mío con un gran gran cariño. Viví siempre en la misma casa, en el
mismo barrio. Un barrio muy aburrido para mi gusto de ahora, pero cuando era
chico, para mí era el mejor porque tenía muchos vecinos con los que salíamos a
la calle a jugar, charlar, comer y divertirnos. Tengo recuerdos muy lindos de
mi infancia junto a mis primos, hermanas y demás familiares. Tener tantos
parientes me hizo ser como soy hoy, sociable, abierto siempre a compartir y me
despertó un sentido de pertenencia familiar también muy grande.
Recuerdo de chico no tener muchos amigos, pero los que
estaban eran de fierro. En mi infancia probé muchos deportes, todos sin éxito.
Fue una conclusión que saque años más tarde, claramente los deportes no son
para mí. En cambio, siempre me gustó mucho la lectura, el cine y lo
interpretativo.
Toqué la flauta, el
piano, hice teatro y cortometrajes. Segunda conclusión: definitivamente el arte
y lo social es lo mío.
Siempre fui una persona muy ansiosa, muchas veces impaciente, que
quiere lograr y alcanzar todo ya. Siempre digo, me cuesta mucho respetar los
tiempos que lleva cada cosa. Aun hoy trato de mejorarlo, pero cuesta.
A los 5 años comencé a estudiar inglés, idioma por el que
aun hoy siento algo de fascinación y que agradezco y amo poder hablarlo y
entenderlo. Fui a clases durante doce años ininterrumpidos. A partir de este
año me propuse aprender alguna otra u otras lengua/s.
No tengo mucho que decir sobre mis estudios secundarios, transcurrieron normalmente aunque con todos los cambios que la adolescencia conlleva. Por ahi, puedo decir que esa etapa me ayudo a distinguir que tipo de gente queria que me rodeara.
No tengo mucho que decir sobre mis estudios secundarios, transcurrieron normalmente aunque con todos los cambios que la adolescencia conlleva. Por ahi, puedo decir que esa etapa me ayudo a distinguir que tipo de gente queria que me rodeara.
Si tengo que definir cuál es mi pasión hoy en día,
indudablemente diría que es viajar. Tuve la suerte de poder recorrer muchos
lugares, tanto de nuestro país como del exterior, y no encuentro placer más
lindo que conocer otros lugares, culturas, idiomas y tradiciones. Pero aparte
de la actividad de viajar en sí, hay algo que, si hago una retrospección, me
doy cuenta que ya de chico me gustaba pero no me percaté hasta varios años después.
Soy un ávido fanático de volar, que para mí es la parte más emocionante de un
viaje. Me encantan los aviones y todo lo que refiera a la industria aeronáutica.
Esto hizo que me decidiera por formarme como tripulante de cabina de pasajeros,
que más allá de ofrecer un servicio a bordo, son los encargados de velar por la
seguridad de cada uno de los que están sentados en ese avión.
Finalice mis estudios secundarios en diciembre de 2018 y a
la pregunta muy frecuente de “¿Qué vas a estudiar?, respondía con entusiasmo: “Comunicación
social, en la UBA”. Me costó definir la carrera, no porque no me gustara, sino
porque me encontraba en un limbo de no saber con qué quedarme de todo lo que quería
hacer. Definitivamente, el venirme a vivir a Buenos Aires y dejar mi ciudad fue
el desafío más grande. Más allá de estar “acostumbrado” a visitar seguido la capital , cuando llegué para quedarme definitivamente, la encontré distinta y
como si nunca la hubiera conocido. De todas maneras es una experiencia súper
enriquecedora, en donde aprendo y me desafío constantemente. La primera mitad
del CBC fue algo dura, más que nada por la ansiedad que me generaba tener que
adaptarme a una ciudad nueva, a una nueva forma de vida y a un ritmo de estudio
que hasta el momento no conocía. Por suerte conocí personas que me ayudaron a
que mis primeros momentos en esta inmensa ciudad no sean tan terribles y mi
familia me visito siempre que pudo. Esto hizo que ya la segunda parte del año
sea más amena y me permití disfrutar mucho más mi experiencia.
Fiel a mi estilo, intento proyectarme en un futuro. Lo más
probable es que algo, ¿o por qué no todo?, vaya a cambiar. Ejemplo por
excelencia es nuestra actualidad: la pandemia de COVID-19 que nos pateó todas
las estanterías del 2020 y se llevó absolutamente cualquier tipo de organización.
Pero si insisto en pensarme en una vida futura, no me decido si me imagino
volando como un feliz tripulante de cabina de una gran aerolínea, o periodista
de un canal de televisión informativo y cultural. La vida lo decidirá, por
ahora, a disfrutar el presente.
Hola Juan Cruz! Paso a dejarte este mini comentario para decirte que me gusto mucho tu autobiografía, fue bastante concisa pero muy descriptiva. Y, quién sabe, capaz no necesites elegir entre una pasión u otra, capaz puedas hacer las dos.
ResponderEliminarSaludos, Marlene.