Escenas de lectura y espectáculos

 Primero que nada, me voy a remontar un poco a mis raíces. Vengo de una familia donde muchos parientes tienen el gran habito de la lectura. Otros, no lo tienen pero si lograron sentir gusto por la música o el teatro.  Mi gran referente en el mundo literario es sin dudas mi abuela. De ella mamé desde muy chiquito la lectura al verla con su libro todas las noches antes de dormir y recordarme parado ante la gran biblioteca de su casa.

Es así como tarde o temprano, se me despertó a mi la curiosidad de tocar un libro. Claro que, a mis escasos tres o cuatro años las opciones eran todas infantiles. Finalmente, la versión ilustrada de Hércules se convirtió en mi amigo incondicional para antes de dormir. Algo hizo que no me quisiera despegar de ese libro, al punto de leerlo innumerables veces hasta sabérmelo de memoria.

A medida que fui creciendo, me encaminé por el genero fantástico. La saga Harry Potter me marcó por completo. No solo hablando desde el lado de los libros sino también junto a las adaptaciones cinematográficas porque creo que entrar en el mundo del cine me ayudó a complementar la lectura con lo audiovisual. Con esta saga sentí que podía imaginarme cosas mucho mas allá de lo mundano, sentía que por un momento yo también era parte de ese universo hermoso. 

Mi adolescencia siguió avanzando y una nueva saga fantástica me inundó. A partir de ahí la magia se desplazó un poco y le di la bienvenida a la distopía de "Los Juegos del Hambre". En esta trilogía también se combinaron libros con películas que si bien fueron algo diferentes también me llenaron de suspenso, emoción y de fanatismo. Esta saga me marcó sobre todo por la gran critica que hace hacia el sistema y el orden a la que la protagonista se debe enfrentar, un mundo del que a mi parecer no estamos lejos si nuestro sistema sigue su rumbo tal cual sin tomar acciones.

El cine también me acompaño por fuera de la complementación con los libros. Siempre me gustó mucho lo audiovisual y el mundo de la actuación al punto que reconozco a la mayoría de los actores presentes en las películas muy rápidamente, solo con ver su cara. En 2018 tuve la oportunidad de mi vida al poder formar parte de un cortometraje independiente, en un rol secundario. Gracias a eso pude afirmar que la cinematografía es una de las cosas que más me gustan del arte. Interpretar un personaje te hace aprender a despojarte de vos para tomar los sentimientos, los pensamientos y las acciones de otro.

Ahora, quiero hablar de algo que descubrí cuando me mudé a Capital Federal a vivir solo: el teatro. Si bien en mi ciudad natal contamos con un hermoso teatro de estilo barroco, no suelen llegar muchas obras. Por lo menos, una vez por año una compañía educativa traía performances en inglés para aquellos que estudiaban el idioma. Claro que yo no me perdía ni una sola. Todavía recuerdo "The green kitchen" donde nos mostraron la importancia del cuidado ambiental animándonos a reciclar, reducir y reusar. 

Pero todo cambió cuando los teatros de la Avenida Corrientes se transformaron en habitués para mi. Le saque el jugo al máximo a cada obra que fui a ver. Pase desde las más tradicionales hasta el estilo underground. El teatro es uno de los artes mas puros de todos, donde uno ve la esencia del actor interpretando en vivo y en directo, encarnando por completo a otra persona. Durante esas horas, el actor se despoja totalmente de su persona. Creo que ahí esta el gran desafío.  Tuve la suerte de ser tanto espectador como de estar arriba de las tablas. No hay palabras que describan lo que uno siente al ser enfocado por la luz y ver las reacciones de la gente ante tus movimientos.

En definitiva creo que el arte esta muy presente en mi vida desde distintas ramas pero todas coinciden en que transmiten sentimientos inexplicables y te insertan en un mundo fantastico. El arte te deja una visión de las cosas y de la vida que siempre vas a llevar dentro.

"El mundo está lleno de pequeñas alegrías: el arte consiste en saber distinguirlas."